El blanco suele considerarse el color puro, el color sin color, tal vez incluso insulso. El blanco se mancha fĆ”cilmente, ya sea en la ropa, en los coches o en las cubiertas de los libros. En el caso de estos Ćŗltimos, las cubiertas de los libros pueden crear una imagen muy cautivadora con tan solo aƱadir los colores adecuados a una imagen ya existente. cubierta de libro blancaLas āmanchasā resaltan y atraen la atención del lector mĆ”s fĆ”cilmente que los colores que se mezclan mejor entre sĆ.
Jane Eyre de Charlotte BrontĆ©Jane Eyre es una historia clĆ”sica que ha pasado de generación en generación y, a menudo, ha llegado a las aulas de instituto y universidad. Incluso las historias clĆ”sicas a veces necesitan un giro nuevo y, como no se puede cambiar la historia en sĆ, actualizar la portada para una nueva generación es la mejor alternativa. Esta es una imagen increĆblemente atractiva. La mujer blanca pĆ”lida que forma el fondo es la herramienta perfecta para hacer que el rojo brillante de sus labios, uƱas y, especialmente, la rosa abierta realmente destaque y capte la atención del lector. PrĆ”cticamente se desvanece, el blanco desaparece y el rojo se destaca por sĆ solo y crea un efecto que exige ser visto. Esta es una portada fantĆ”stica que realmente le da nueva vida a una vieja historia.
La Roca de Ivanore de Laurisa White ReyesLas novelas de fantasĆa son Ćŗnicas, no solo en lo que respecta a las aventuras Ć©picas que se esconden en sus pĆ”ginas, sino tambiĆ©n en lo que respecta a las portadas Ćŗnicas que representan la historia con precisión. Este es un gran ejemplo de lo que los gĆ©neros de fantasĆa buscan constantemente; con el fondo blanco de remolinos que parecen humo o nubes y que enmarcan perfectamente a los que probablemente sean los personajes principales de la novela. Estas personas tienen ropa de colores que contrastan perfectamente con este fondo blanco y hacen que realmente destaquen ante el lector. Lo mismo ocurre con el nombre del autor y, especialmente, el tĆtulo, que se destaca mucho con un contorno rojo. Todo en esta portada se ha hecho para captar la atención del lector al colocarse contra el simple fondo blanco.
DespuĆ©s de la nieve, de SD Crockett Al jugar con la vista y la mente, las imĆ”genes pueden crear un efecto que no solo es llamativo, sino que perdura incluso despuĆ©s de que ya no se ve la imagen. Este es un ejemplo perfecto de ese tipo de imagen. El blanco del cielo ilumina los Ć”rboles muertos que se extienden en la distancia, y entonces el lector se da cuenta de que el punto de vista es el de mirar hacia arriba desde el suelo, y el efecto es casi vertiginoso. Es con este efecto que los lectores se sentirĆ”n atraĆdos hacia la portada y el libro en sĆ. La imagen permanece en su subconsciente incluso despuĆ©s de que desvĆan la mirada, e incluso exige una segunda mirada solo para volver a participar de ese efecto momentĆ”neo. Las ilusiones ópticas tienen un poder increĆble, y esta, aunque simple, logra su propósito al hacer que esta portada sea un Ć©xito total.
Annie comienza de Michelle TothEl blanco tiene una sensación de vacĆo tan absoluta que, cuando algo interrumpe la continuidad, crea un gran impacto. Este es un ejemplo perfecto de ello, con un fondo completamente blanco que solo se ve interrumpido por un pequeƱo marco de un color ligeramente distractor que interrumpe la monotonĆa lo suficiente como para llegar a los lectores. El marco parece ser una imagen congelada del movimiento capturado, lo que en sĆ mismo tambiĆ©n es disruptivo y se suma a la capacidad de captar la atención de esta portada. Sin embargo, lo que realmente se destaca mĆ”s es el ligero toque de rojo que se ve en la ropa y el contorno negro de las piernas y los zapatos, asĆ como las letras rojas del tĆtulo. Estos tres objetos se convierten en el punto focal central y juntos crean una pieza exitosa de una portada completa que seguramente convencerĆ” a los transeĆŗntes de detenerse y mirar mĆ”s de cerca.