23 de octubre, 2023 in 

Cuando nos vienen a la mente los colores primarios, lo primero que pensamos son rojo, amarillo y azul. Estos colores esenciales existen de forma independiente y no se pueden formar mezclando otros tonos. Todos los demás colores surgen cuando estos pigmentos primarios se mezclan de distintas maneras.

El rojo, el amarillo y el azul, conocidos como colores primarios aditivos, tienen otro aspecto interesante: cuando se mezclan en partes iguales, generan luz blanca. Este fenómeno explica su uso común en fuentes de luz y pantallas de televisión.

In impresión, colores primarios sustractivos (cian, magenta, y el amarillo) tienen su influencia. Una vez que estos colores se unen en proporciones iguales, poseen la capacidad de absorber la luz, lo que finalmente produce el negro.

Tenemos dos conjuntos de colores primarios relacionados con la forma en que nuestros ojos perciben el color.

Las distintas longitudes de onda de la luz contribuyen a los colores que percibimos. Nuestros ojos tienen una mayor sensibilidad a la luz verde, cuya longitud de onda es de unos 550 nm. La luz roja tiene una longitud de onda ligeramente más larga, de aproximadamente 700 nm, mientras que la luz azul tiene una longitud de onda más corta, de unos 450 nm.

La combinación de los tres colores en proporciones iguales crea la percepción visual de la luz blanca. Así es como los colores primarios aditivos generan la luz blanca.

Los colores primarios son la base para crear todos los demás colores y tienen un gran atractivo visual para los niños pequeños. Al seleccionar libros para ellos, es fundamental considerar qué colores captarán su atención y estimularán sus sentidos.

Además de las consideraciones estéticas, los colores primarios juegan un papel esencial en los libros al introducir contraste y generar interés. Por ejemplo, si un libro utiliza principalmente ilustraciones en blanco y negro, la incorporación de colores primarios selectos puede realzar su atractivo visual y cautivar a los lectores jóvenes.

En resumen, los colores primarios cumplen funciones vitales en los libros infantiles (tanto prácticas como estéticas) al hacerlos visualmente atractivos y estimulantes a través de contrastes que despiertan la curiosidad.

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