Los “contrastes” en los libros y publicaciones son recursos literarios que se utilizan para enfatizar ciertas características o rasgos de otro personaje. Los autores y escritores utilizan con frecuencia personajes contrapuestos para destacar fortalezas, debilidades, motivaciones o creencias particulares de su protagonista; al yuxtaponer dos naturalezas de tal manera, esperan resaltar las características de cada personaje o comprender por qué algo se desarrolló como lo hizo.
Los personajes secundarios a menudo difieren de los personajes principales en rasgos de personalidad y comportamientos, apariencia física, estatus de clase social o valores, etc. Al proporcionar a los lectores la contraste Entre sus características y creencias y las de su personaje principal, los personajes secundarios ayudan a los lectores a comprender mejor quién es el personaje principal y al mismo tiempo ayudan a establecer qué mensajes o temas quiere comunicar este personaje principal.
Un autor podría agregar un personaje adversario que contraste marcadamente con su protagonista, como alguien intimidante o temeroso, para enfatizar cuán valiente es su protagonista al poner sus cualidades en contra de las de una fuerza opuesta. ¡Ese contraste puede demostrar esta hazaña! ¡Muestra a los lectores cuán valiente es su protagonista!
Los elementos pueden incluir personajes, configuraciones, símbolos y parcela desarrollos como dispositivos literarios para añadir profundidad, complejidad y tensión a las historias narrativas.
El uso de personajes secundarios es un aspecto indispensable de las obras literarias y de la publicación, ya que ayuda a los personajes a desarrollarse y aumenta nuestra comprensión de ellos como individuos a través del contraste con otros personajes o elementos de la trama. Fortalece la caracterización y amplía nuestra perspectiva al enfrentar sus rasgos entre sí dentro de las estructuras narrativas.