Los ex libris, diseñados de forma elaborada para identificar al propietario, suelen encontrarse pegados en la parte interior de la tapa delantera de los libros. Los ex libris se utilizan desde 1516, pero no se hicieron populares en Inglaterra, Francia y Alemania hasta el siglo XVIII; empezaron a aparecer con regularidad en las bibliotecas estadounidenses alrededor de 18.

Ex libris (comúnmente conocidos como exlibris) son pequeñas etiquetas que se colocan en el interior de los libros para indicar quién es su propietario y mostrar sus nombres como propietarios, así como diseños o lemas relacionados con el tema o los intereses del propietario. Por lo general, las placas de ex libris se encuentran cerca de la portada del periódico y brindan evidencia de que alguien es el propietario de esta obra literaria.

Los ex libris se pueden ver adornando libros, cuadernos, portafolios e incluso botellas de vino; ¡incluso se convierten en objetos de colección y hay clubes enteros dedicados a estudiarlos y apreciarlos!

Los ex libris se remontan al siglo XV, cuando se utilizaban simplemente como etiquetas de identificación de libros. Sin embargo, en el siglo XVII, los ex libris habían evolucionado hasta convertirse en intrincadas obras de arte que mostraban el escudo de armas de su propietario u otros motivos personales, algo que muchos amantes de los libros siguen utilizando hoy en día para personalizar sus colecciones.

Los ex libris cumplen varias funciones vitales.

  • En primer lugar, permiten a los propietarios de libros personalizar y diferenciar sus libros rápidamente. Esta característica es muy valiosa en bibliotecas o instituciones que necesitan hacer un seguimiento de sus colecciones.
  • En segundo lugar, los editores y autores pueden utilizar los ex libris como herramientas de marketing publicando nuevos títulos o autores y al mismo tiempo publicitando ediciones especiales o eventos.
  • ¡Por último, los ex libris pueden incluso servir como objetos de colección que valen mucho dinero!

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