Componentes de su portada

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by David Harris // Agosto de 9  

El prólogo, el prefacio y la introducción de un libro tienen sus propios propósitos distintos. Si bien las tres secciones son únicas, existen para crear una conexión emocional entre el lector y el libro.

el prólogo

Un prólogo está escrito por un autor invitado y describe por qué debería leer el libro. Un prólogo bien escrito por la persona adecuada puede aumentar tanto su plataforma como las ventas de su libro. El principal objetivo del prólogo es presentar al autor y al libro al lector y tratar de establecer la integridad de ambos. Generalmente, no proporciona ninguna información adicional sobre el tema del libro, sino que sólo sirve como un recordatorio de por qué se debe continuar leyendo.

Si sigue la ubicación aceptada de un prólogo en la publicación, se ubica después de la "Tabla de contenido" y las páginas se etiquetan con números romanos en minúscula (por ejemplo: i, ii, ii) en lugar de los números arábigos que se utilizan. en el resto del libro.

El prefacio

El prefacio está escrito por el autor y cuenta a los lectores cómo se desarrolló el libro y por qué. Esta sección debería generar credibilidad tanto para el autor como para el libro. En el prefacio, el escritor ofrece una descripción general de los motivos para escribir el libro, así como del alcance del tema. Además, debe demostrar que vale la pena leer el libro. El prefacio suele colocarse después del prólogo. A veces un prefacio incluye agradecimientos.

La Introducción

Esta sección puede ser escrita por un editor o el autor e introduce el tema del libro. En la introducción, el autor prepara a los lectores sobre lo que pueden esperar del libro. Es la oportunidad que tiene el autor de captar la atención de la gente y aumentar su deseo de seguir leyendo el libro completo.

 

Sobre la autora

David Harris es redactor de contenidos en Adazing y cuenta con 20 años de experiencia en el mundo de la publicación y la tecnología, que evoluciona constantemente. Editor, entusiasta de la tecnología y conocedor de la cafeína a partes iguales, ha pasado décadas convirtiendo grandes ideas en prosa pulida. Como ex redactor técnico de una empresa de software de publicación basado en la nube y escritor fantasma de más de 60 libros, la experiencia de David abarca la precisión técnica y la narración creativa. En Adazing, aporta un don para la claridad y un amor por la palabra escrita a cada proyecto, mientras sigue buscando el atajo de teclado que le sirva para volver a llenar su café.