Como lector, busco una historia interesante y bien escrita por un autor que pueda describir personas, lugares y eventos y atraerme hacia la historia.
Como escritor, me gusta ofrecer a mis lectores una vía de escape: unas horas en las que puedan adentrarse en la vida de otra persona y olvidarse de sus problemas. Si pueden reír o llorar al leer el libro, entonces los he conmovido sin sermonearlos.
El error que cometen muchos escritores noveles es empantanarse demasiado en la descripción o querer escribir un tomo aclamado por la crítica o un libro "grande", uno con muchas páginas para que el trabajo parezca valioso. ¿De qué sirve divagar sobre páginas adicionales si estás aburriendo al lector y realmente no tienes nada que valga la pena decir?
Recibo muchos comentarios de los lectores que dicen que mis libros son "una lectura excelente", que "se leen a un ritmo espectacular" y que "los leí de una sentada". Son comentarios muy interesantes. Significan que he logrado mi objetivo de ofrecer una lectura entretenida y, a menos que seas un académico que escribe material educativo, esto es lo que todos los libros deberían hacer. Mi objetivo es siempre entretener e informar. Como escribo ficción histórica, cada libro requiere meses de investigación, seguidos de meses de escritura y semanas de edición, reescritura y corrección antes de enviarlo a la editorial.
Si eres un escritor muy serio, es posible que estés dispuesto a pasar años escribiendo tu obra seminal, tu obra magna, que se quedará en la estantería de alguien llenándose de polvo. Si quieres atraer a un mercado masivo, el romance sigue siendo un género muy popular. Sin embargo, si quieres escribir una novela que entretenga, necesitas idear una historia divertida con personajes atractivos y colocarlos en situaciones que desafíen a los lectores, pero que no los agobien. El ritmo es muy importante para contar una buena historia. No necesitas repetir la información –tus lectores son personas inteligentes–, solo realza lo que ya has dicho con cada nueva frase que escribas. Lograr esto requiere tiempo y práctica, pero como todo lo que vale la pena, cuanto más te esfuerces en tu oficio, más beneficios obtendrás a largo plazo. Escribe, lee, edita, perfecciona, reescribe y dale tiempo. Nadie lo hace bien a la primera.
